Ahora que me encuentro solo, sentado frente a mi espejo
puedo ver como han pasado los años...
no son muchos pero ya se nota que no soy tan joven como antes.
En ocaciones pienso en que será de mi en unos años, y lo que logro
ver no es muy diferente de lo que veo en este momento.
Sin embargo, sé que podré tener más juicio a la hora de tomar mis decisiones, más sinceridad cuando tenga que decir que no y no andarme con rodeos cuando tenga que decir algo que no a todos les guste escuchar.
Puedo ver que cada pequeña arruga y cada pequeña cana, que por dicha no tengo muchas, tiene un nombre escrito, de alguien o de alguna situación pasada en mi vida. Debo de agradecer porque han contribuido en ser como soy, principalmente a los que por alguna razón no fueron tan buenos conmigo.
Tengo en mi rostro marcadas algunas perdidas, de personas que significaron muchisimo en mi vida y tambien tengo algunas marcas de lagrimas que han pasado por mis mejillas, pero tambien tengo algunas marcas de sonrisas que han fortalecido mi alma y que me han hecho un ser humano felíz.
Es por alguna razón que no valoramos siempre lo que nos pasa malo, y tratamos de olvidarlo, pero deberíamos siempre de recordarlos de una manera especial, para no repetir si fuimos nosotros los que nos equivocamos y no permitir que pase si fuimos nosotros las victimas de alguna situacion fea.
Frente al espejo puedo ver hoy, todo lo que he sido, y de alguna manera lo que seré, me gusta lo que veo, mas no es todo lo que quisiera ser.
Tengo cosas pendientes de hacer, y espero que Dios me permita llegar a cumplirlas.
Frente al espejo, veo a alguien producto de un monton de situaciones, dispuesto a dar lo mejor de si, y que a pesar de que muchos dicen que no es necesario, dispuesto a que alguien lo valore como se lo merece.
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