Fin de semana extraño

No se porque voy a escribir esto y tampoco se porque me expongo de esta forma con respecto a mis sentimientos, pero a lo mejor esto es una catarsis de lo que llevo dentro...

Hoy en lo particular, después de un fin de semana de emociones encontradas, de estar entre la estados de ánimo positivos y negativos y después de ilusionarme y desilusionarme tan rápido como el abrir y cerra de ojos, empiezo semana cansado de muchas cosas....

En ocaciones no se sabe ni donde se esta parado, o más bien donde se esta acostado. Todo se quiere tomar a la ligera y no encuentro respuestas a muchas cosas que pregunto, o a lo mejor la respuesta es tan grande que no logro diferenciarla con una buena perspectiva.

Sin embargo cuando pregunto no soy contestado, cuando me esfuerzo no me es reconocido, y cuanco me sinsero no soy entendido.

El fin de semana hice dos cosas trascendentales, me di cuenta que tuve un espejismo las ultimas dos semanas, y la otra fue que me sincere de tal forma que crecí más de lo que imagine, que estoy con esto, liberado de toda responsabilidad de no haberlo intentado, que seguiré al pie del cañón, fiel a lo que siento, a lo que creo y a lo que espero.

Esperando que con esa "confesión" se me reconozca y no solo se me consuele como a un bebé, seguire insistiendo hasta que se me de por no aceptada mi propuesta, o por el contrario, se me acepte tal cual, que se me permita demostrar el potencial que tengo de todo lo que dije, que no se quede en palabras que se puede llevar el viento y que se hagan tangibles con mi comportamiento y actitud ante la situación.

Ese día se dió lo que se dió porque quisiste a pesar de que te preguntaste varias veces el porque estabas acá, no creo que lo hayas hecho por puro impulso, lo hiciste porque lo deseaste al igual que yo, pero pareces arrepentirte, y guardar silencio...

Podre interpretar el silencio de mis preguntas de varias formas, pero espero que por iluminación de algo o de alguien, se me permita interpretar de la forma correcta ese silencio sin equivocarme o equivocarnos, para después no arrepentirnos de no permitirnos estar uno al lado del otro.